Celebramos el Día Internacional del Perro de Rescate – historias increíbles
Todos los años, el 26 de Abril, rendimos homenaje una vez más al mejor amigo del hombre, pero esta vez no por ser una de las mejores compañías, sino por demostrar su valentía y amor incondicional cada vez que arriesgan su vida para salvar la nuestra. Sí, hablamos de los perros de rescate, que no dejan de sorprendernos. Por eso hoy celebramos el día internacional del perro de rescate.
Debido a que cada vez hay más emergencias y accidentes, es probable que hayas visto a estos perritos, buscando o rescatando a personas en situaciones que ponían en riesgo su vida, porque cada vez es más común que nuestros héroes tengan cuatro patas.Sus habilidades y cualidades han demostrado una y otra vez ser mejores que el ser humano para muchas hazañas.
En verdad los humanos nos hemos apoyado en los perros por siglos y siglos, y las búsquedas y rescates por parte de estos animalitos se evidencia desde antes de su domesticación.
Pero hace solo unos años que hemos profesionalizado su uso y, hoy en día, están altamente entrenados para participar en catástrofes como terremotos, huracanes, avalanchas o tsunamis, al igual que en búsquedas de personas desaparecidas.
Para celebrar su día hoy les contamos las aventuras de perros que pasaron a la historia por sus asombrosas hazañas a la hora de salvar la vida de distintas personas.
Barry, el rescatador de las montañas
Barry fue un perro de rescate de montaña que, curiosamente, se lo considera el padre de la raza San Bernardo. Nació en 1800 en un hospicio del Paso del Gran San Bernardo, en Suiza, a lo que se debe su nombre.
En ese entonces, los pasos de montaña eran y fueron hasta el siglo XX el único modo de cruzar de un valle a otro, pero se trataba de una travesía muy peligrosa, en especial en la época invernal, donde el tiempo se caracterizaba por cambiar rápidamente. Por eso, a finales del siglo XVII, debido a la gran cantidad de viajeros que se perdían en el camino, se empezaron a entrenar perros de montaña para rastrear a estas personas y darles calor con su cuerpo en caso de hipotermia.
Barry pasó a la historia por salvar a más de 40 personas. A sus doce años de edad, puede decirse que se retiró del oficio y quedó a cargo de uno de los monjes del hospicio. Su fama fue tal que incluso dio nombre a toda una raza canina especializada en hazañas de rescate.
Balto y Togo, los héroes de las medicinas
Balto era un husky siberiano (en la foto) que demostró junto a cientos de otros perros y sus mushers (guía del trineo), su gran conocimiento de las áreas polares, así como su fidelidad al ser humano.
En el invierno de 1925 estalló una epidemia de difteria en la remota aldea de Nome, en Alaska. Debido a que hubo miles de contagios, los hospitales se vieron desbordados y no había manera de conseguir la medicina ni por mar, ya que estaba congelado, ni por aire a causa de las violentas tormentas. La única solución fue enviar a unos 20 mushers a Anchorage, en una misión sin precedentes que fue llamada la Gran Carrera de la Misericordia.
Los mushers y sus perros recorrieron más de 1000 kilómetros superando grandes vientos y temperaturas de más de 30 ºC bajo cero. Balto era el líder del grupo que finalmente llegó con la medicina y, gracias a su increíble coraje y esfuerzo, logró salvar a muchísimas personas enfermas.
Al ser el líder, Balto fue el que más atención recibió, pero tampoco hay que olvidar a los otros héroes, como Togo, un perro que lideró la misión durante 300 peligrosos kilómetros en contraste con los 50 finales que corrió Balto.
Barry, de perro rescatado a rescatista
Barry, había sido abandonado por sus dueños, pero más tarde que fue adoptado y educado para realizar tareas rescate de personas cuando se presentaban catástrofes,
Barry se convirtió en un héroe ejemplar, llegando a señalar el lugar donde estaban atrapadas personas, entre ellas niños, bajo los escombros. Su dueño, Gregorio Sánchez, contó que la devoción de Barry era tan grande que se provocaba heridas en las patas por escarbar entre los escombros para salvar a una persona atrapada.
Es imposible contar la cantidad de veces que estos perros han arriesgado su vida por salvar la nuestra, por esta razón, son la verdadera imagen de eso que llamamos héroes. ¡Feliz día a todos los perros de rescate!
