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Entrenamiento para cachorros: salir a pasear

Si hay algo que todos sabemos, es lo rápido que pasa el tiempo. De golpe, esa tierna bola de pelos se convierte en un seudoadulto y nosotros tenemos que estar listos para brindarle el entrenamiento que necesita. Algunas cosas básicas, como dónde hacer sus necesidades, las van aprendiendo de muy pequeños, pero otras requerirán de cierta edad para hacerlas. Una de ellas, quizás la más esperada por muchos, es salir a pasear.

Si bien a todos nos encantaría sacar a pasear a nuestros perros y que corran libres por todos lados, la realidad es que la ciudad está llena de peligros y por mucho que nuestros perros odien la correa, es un mal necesario. 

Por esta razón, el paseo requiere mucho entrenamiento y, sobre todo, que tu perro se amigue con la correa y entienda qué movimientos indican qué órdenes. En esta nota, podrán encontrar esos consejos que te ayudarán a entrenar a tu cachorro para salir a pasear con éxito.

Entrenamiento para cachorros: amigarse con la correa

Aunque la correa le quita parte de la diversión, si se la presentás a tu cachorro adecuadamente, la aceptará con mucho gusto. Entonces, lo primero es lo primero: hay que convencer a tu perro de que la correa es algo bueno, no algo que deba temer ni odiar. Para ello, usaremos una forma de aprendizaje en la que el perro aprende patrones de asociación.

Cómo experimentan la correa los cachorros

Cuando un cachorro nace, no distingue un plato de comida de una pelota de tenis. Pero a medida que pasan los días, empiezan a darse cuenta de que siempre ocurre lo mismo antes de que puedan disfrutar de la comida: un humano saca un plato de un armario. Ese plato predice que la comida está por llegar y, como la comida hace feliz al cachorro, el plato se convierte en un objeto que lo hace feliz, aunque no haya comida en él.

En teoría, la correa también funciona así. La correa aparece antes de que salgan a pasear. Si a tu cachorro le gustan los paseos, la correa se convierte en un objeto que lo hace feliz. En la realidad, sin embargo, no siempre funciona así.

A veces, los primeros encuentros de los cachorros con una correa son desagradables. Cuando están enganchados a una correa, no pueden deambular, jugar e ir a donde quieren. Pueden sentirse molestos o asustados por el objeto que cuelga de ellos y, si la correa está atada a un collar, sentirán incomodidad cuando hagan fuerza.

Debido a todos los peligros potenciales que se encuentran en la calle, recomendamos familiarizar a los cachorros con la correa. Esto significa que tenés que fomentar el uso de la correa incluso antes de que esté preparado para dar su primer paseo al aire libre.

Entrenamiento para cachorros: los primeros pasos de la correa

1. Empezá mostrándole la correa  y asociándola con golosinas o premios.

Escondé la correa detrás de tu espalda y mostrásela. Cuando tu cachorro la mire, marcá el momento con la palabra «¡Sí!» y dale un premio. A continuación, volvé a hacer desaparecer la correa detrás de tu espalda. Repetí hasta que tu cachorro se interese o se excite con la correa cuando aparezca.

2. Ahora que tu perro cree que esa cosa de la correa es divertida, ayudalo a formar una asociación positiva con el hecho de engancharla a su collar o arnés.

Con sus golosinas preferidas en mano, enganchá suavemente la correa al collar o arnés de tu perro. Marcá el momento en que lo haces con un «¡Sí!» y recompensalo con una golosina. Retirá la correa. Repetí hasta que tu cachorro acepte cómodamente la correa.

3. A continuación, queremos que tu perro se acostumbre al peso y a las restricciones de la correa.

Ponele la correa dentro de tu casa y dale pequeños «paseos» de unos minutos, en donde lo dejes explorar todos lados. Hacé el paseo más divertido dejándole golosinas por los rincones. También podés recompensarlo por cualquier buen comportamiento con la correa (por ejemplo, si te devuelve la mirada, se queda cerca de vos sin alejarse, etc.).

Hora de salir a pasear

Una vez que tu perro se amigó con la correa, está listo para salir al mundo exterior. En esta etapa de su vida, los cachorros no han tenido mucha interacción con el exterior, por lo que todo (olores, sonidos, vistas, etc.) es nuevo y a veces los asusta.

Si es posible, lo mejor es empezar a «pasearlos» en un lugar controlado, como un patio, donde las distracciones sean relativamente mínimas. De lo contrario, intentá ir a una calle tranquila del barrio, donde tu cachorro pueda sentirse seguro.

Los cachorros tienden a clasificarse en dos grandes categorías en su primer paseo: los valientes y los temerosos. Los valientes son los que corren de árbol en árbol, zigzagueando a toda velocidad para acercarse a todo lo nuevo que ven. Los temerosos están más nerviosos ante el gran mundo y puede que haya que engatusarlos para que den unos pasos. 

Sea cual sea la categoría en que se encuentra tu cachorro, lo ideal es alentarlos con la voz y recompensarlos ante comportamientos adecuados, especialmente por «estar en contacto» con vos (es decir, mirar en tu dirección) o caminar sin tirar de la correa.

Reglas para principiantes para pasear sin correa

En sus primeros paseos, empezá a poner en práctica estas sencillas normas sobre la correa.

Entrenamiento para cachorros: lo que no se debe hacer con la correa

El objetivo de la correa es mantener a salvo a tu perro, no controlarlo por la fuerza. Si utilizás la correa para tirar de él o para corregir el rumbo o un mal comportamiento, tu perro no está aprendiendo a hacer las cosas por sí mismo. Evitá tirar de la correa siempre que sea posible.

Evitá las correas flexibles o retráctiles, ya que dificultan la tarea de mantener al perro a salvo de posibles peligros. Además, este tipo de correa hace que mantenerlo controlado sea más difícil. Todo lo que necesitás es una correa de nylon o cuero de la vieja escuela, de unos dos metros de longitud.

Evitar los mordiscos y los tirones

Si tu perro aún no aprende que no debe tirar de la correa, será mejor que lo saques a pasear con un arnés, ya que un perro que está tironeando todo el tiempo significa que está incómodo (además de que puede causar un colapso de la tráquea). Para un perro que aún tironea de la correa, lo mejor son esos arneses que se enganchan en el pecho.

Muchos cachorros creen que la correa es un juguete. Rociar la mitad inferior de la correa con spray de manzana amarga funciona en algunos casos, pero adiestrar al perro para que deje en paz la correa es una estrategia más eficaz a largo plazo. Si esto no funciona, probá con una correa cuya parte inferior esté hecha de una cadena metálica. A los cachorros no les gusta morder el metal, así que esto debería solucionar el problema.

Si querés más consejos, te recomendamos que visites nuestra sección «Tips«.

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