Juguetes para perros ¿cómo saber si son seguros?

juguetes para perros ¿cómo saber si son seguros?

Juguetes para perros ¿cómo saber si son seguros?

Con el avance de la tecnología y la innovación, cada vez hay más juguetes para perros novedosos, una tendencia que puede resultar emocionante y confusa en partes iguales para los padres de perros de hoy en día.

Es que no hay nada mejor que tener a nuestra disposición una gran cantidad de opciones para entretener a nuestras mascotas. Pero con tanta variedad disponible, ¿cómo se pueden distinguir los juguetes seguros de los peligrosos? 

juguetes para perros seguros e inseguros

Muchas veces, lo novedoso e increíble que puede parecer un juguete nos hace olvidar que hay un montón de cuestiones a tener en cuenta a la hora de comprarlos, por ejemplo, el material, la forma, el tamaño, etc. Todas estas cosas pueden definir si un juguete es o no peligroso para la salud de tu mascota.

Si querés saber qué juguetes son los adecuados para tu mascota y cómo mitigar los riesgos, seguí leyendo.

¿Qué es exactamente lo que hace que los juguetes para perros sean seguros o inseguros? 

Hay algunos parámetros que hay que tener en cuenta:

Si no es duradero, no es seguro

Uno de los factores más importantes es la durabilidad y resistencia del juguete. Los juguetes que son frágiles o propensos a romperse pueden provocar asfixia o causar daños internos si se ingieren. Por esta razón, es importante evitar el plástico barato y la goma susceptibles de romperse, ya que cuando se rompen, estos juguetes pueden causar lesiones graves en la boca, la nariz, las patas o los dientes del perro.

Es importante confiar en el instinto: si un juguete no te parece resistente cuando lo agarrás con las manos, tampoco lo es para tu perro. En su lugar, optá por juguetes fabricados con materiales resistentes, como el nailon o la goma resistente para que tu perro pueda jugar con ellos y masticarlos sin preocupaciones. 

De todos modos, por más resistentes que sean, es importante revisarlos con frecuencia para ver si hay signos de desgaste o daños. 

Las piezas pequeñas o los accesorios pueden ser un problema

Las piezas pequeñas, como botones, cintas, cuerdas o etiquetas son otro aspecto a tener en cuenta, ya que pueden desprenderse o dañarse fácilmente, ingerirse y provocar asfixia u obstrucciones intestinales.

Antes de dárselos a tu perro, asegurate de que los peluches tengan ojos bordados y no de botones, recortá cualquier etiqueta que pueda ocasionar una rasgadura en la costura y controlá que esté en las condiciones adecuadas antes de dárselo. 

Un tamaño incorrecto puede ser peligroso

El tamaño de un juguete también es importante. Los juguetes demasiado pequeños pueden ocasionar asfixia, sobre todo para los perros más pequeños. Los juguetes demasiado pesados o duros también pueden ser peligrosos, ya que pueden causar daños en dientes y encías.

Cuando elijas un juguete nuevo, asegurate de que sea lo bastante pequeño para que tu perro pueda llevarlo sin esfuerzo en la boca, pero también lo bastante grande para que no pueda tragárselo accidentalmente.

¿Son peligrosos algunos tipos de juguetes para perros?

juguetes para perros

La buena noticia es que, si se utilizan correctamente y bajo supervisión humana, muchos de los juguetes más populares son seguros para la mayoría de los perros. Dicho esto, todos los juguetes suponen algún riesgo. 

Esto es lo que tenés que saber para minimizar esos riesgos.

¿Son peligrosas las sogas o cuerdas para los perros?

El principal problema de las sogas o cuerdas es su tendencia a deshilacharse con el tiempo. Una vez que se deshilachan, las hebras individuales pueden provocar asfixia u obstrucciones gastrointestinales. Los juguetes de cuerda también pueden promover el desarrollo de bacterias en la boca de tu perro.

Para evitar estos riesgos, elegí una cuerda resistente fabricada con materiales duraderos, como los que tienen algodón, y acostumbrate a lavar e inspeccionar periódicamente los juguetes para comprobar su desgaste y tirarlos cuando se deshilachen.

¿Son peligrosos los juguetes masticables para los perros?

A los perros les encanta masticar, y los juguetes masticables son una opción segura y saludable para este comportamiento canino normal, siempre que el juguete tenga el tamaño y la firmeza adecuados para las mandíbulas de tu perro. Si un juguete es demasiado duro, podría dañar los dientes de tu perro (lo que resulta especialmente peligroso en cachorros y ancianos). O, si tu perro rompe en trozos el juguete, corre el riesgo de asfixiarse o de lastimarse la boca con los bordes afilados.

Para los perros con un instinto masticador potente, elegí un juguete más grueso y resistente. En cambio, los más pequeños necesitarán un juguete más delicado. La prueba de la uña es una buena medida: presioná con la uña el material del juguete; si la uña no deja marca, probablemente sea demasiado duro para que tu perro lo mastique en serio.

¿Es peligroso el relleno de los juguetes para perros?

Sí, si se ingiere en cantidades significativas. Algunos perros (como los mayores y los caninos tranquilos) pueden jugar suavemente con los juguetes de peluche sin problemas, pero los perros que mastican mucho y los cachorros a los que les están saliendo los dientes pueden romper un juguete y comerse el relleno y, como consecuencia, causar obstrucciones o daños intestinales.

Si tenés un perro con un máster en triturar, optá por juguetes blandos sin relleno para una alternativa más segura.

Materiales tóxicos en juguetes para perros

materiales tóxicos en juguetes para perros

Es importante evitar los materiales tóxicos en los juguetes de las mascotas, porque los animales pueden masticar y lamer los juguetes, lo que puede provocar que ingieran sustancias tóxicas y potencialmente dañinas para su salud.

Los juguetes para mascotas que contienen sustancias tóxicas pueden causar una serie de problemas de salud graves, como vómitos, diarrea, dificultades respiratorias, convulsiones y, en algunos casos, incluso la muerte.

Los padres de mascotas pueden encontrar algunos materiales tóxicos en los juguetes para perros, sobre todo en los juguetes baratos o falsos que se han vuelto omnipresentes en las tiendas online. 

Esto es lo que hay que hay que evitar.

PVC

El PVC (también conocido como vinilo) es un tipo de plástico que se utiliza a menudo para fabricar juguetes y otros productos para mascotas. A primera vista, el PVC no es peligroso. Sin embargo, es un material muy duro, por lo que los fabricantes suelen añadir ftalatos a los juguetes y mordedores para ablandar el plástico y hacerlo más flexible.

Cuanto más juegue y mastique el perro con el vinilo, más ftalatos se filtrarán. Estas toxinas se mueven libremente y pueden ser absorbidas por las encías o la piel del perro. Además, el PVC contiene cloro. Cuando un perro mastica un juguete de PVC, el cloro se libera con el tiempo.

Por desgracia, los ftalatos se asocian a problemas reproductivos y de desarrollo, por lo que es especialmente importante evitar comprar juguetes de vinilo a cachorros y gatitos en crecimiento.

Bisfenol A 

El bisfenol A  es otra sustancia química que se encuentra comúnmente en productos de plástico y se ha relacionado con problemas de salud como el cáncer y la alteración hormonal. También puede trastornar el sistema endocrino canino y puede causar interrupciones en el metabolismo de un perro.

Plomo

El plomo es otro de los metales que más aparece en la pintura de un juguete. Aunque no encontrarás plomo en los juguetes para perros fabricados bajo estrictas normas de seguridad, es muy probable que los países con normativas menos estrictas fabriquen sus productos con este componente tóxico. El plomo puede causar graves consecuencias neurológicas en los perros que se exponen a él con frecuencia.

Los cachorros y los gatitos son los más susceptibles a la intoxicación por plomo. Pero cualquier animal en contacto con el plomo puede intoxicarse, lo que a su vez puede dañar múltiples órganos, incluidos el sistema nervioso y el tracto gastrointestinal.

Cromo y cadmio

Estas dos sustancias químicas se encuentran en el tinte de ciertos tipos de plástico. El cromo en trazas es un mineral dietético esencial. Sin embargo, los niveles elevados de cromo pueden ser tóxicos.

Formaldehído

El formaldehído es una sustancia química prohibida en muchos países, pero por desgracia, algunos fabricantes fabrican sus juguetes con este ingrediente nocivo, que provoca irritación cutánea y problemas respiratorios. Normalmente, esta sustancia química se encuentra en el adhesivo utilizado para unir las piezas del juguete.

¿Cómo distinguir un juguete seguro de uno peligroso?

En primer lugar, es importante comprender que cualquier juguete para perros puede suponer un riesgo, aunque parezca perfectamente seguro.

Cualquier juguete para perros puede ser peligroso, dependiendo del perro y de cómo lo use. Por ejemplo, un juguete que es seguro para un perro pequeño puede no serlo para un perro más grande que mastica de forma más agresiva. Incluso jugar a buscar una pelota o un palo puede ser peligroso si el perro juega demasiado enérgicamente o si el juguete se lanza con demasiada fuerza. 

Aunque no es realista suponer que un juguete tiene un nivel cero de riesgo, familiarizarse con los peligros potenciales es un paso muy importante. Una vez que sepas cómo le gusta jugar a tu perro, podrás elegir los juguetes más adecuados para él.

También hay que tener en cuenta que algunas empresas de juguetes para mascotas tienen protocolos de producción más estrictos, prácticas de seguridad y un compromiso general con la calidad. El habitual «natural» que suele aparecer en los productos para describirlo no es lo bastante científico o específico como para decir si el producto es seguro, pero siguen siendo buenas pistas sobre la calidad de un producto.

Lo mejor es buscar en los envases los “ingredientes” del juguete. Hay que buscar productos que no tengan bisfenol A, ftalatos, sin plomo y que estén fabricados con materiales no tóxicos, como el caucho natural o el algodón orgánico.

También es buena idea comprobar las declaraciones de la empresa sobre la producción y el control de calidad en las etiquetas y en sus sitios web. En caso de duda, llamar o enviar un correo electrónico a la empresa es el método más fiable para conocer la información más reciente sobre sus materiales.

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