Rabia en perros: una guía rápida para prevenirla

Rabia en perros: una guía rápida para prevenirla

Rabia en perros: una guía rápida para prevenirla

La rabia en perros es una de las enfermedades más conocidas y temidas por cualquier dueño de mascota. Quizá no solo porque es altamente contagiosa, sino también porque es mortal.

De hecho, la rabia se puede presentar en todos los mamíferos, así como también en los humanos. Tan solo basta con un mordisco del animal infectado para contraer el virus. Los perros y los murciélagos son considerados los principales transmisores a nivel mundial.

Rabia en perros: toda la información que necesitás

Hoy en día, este virus está presente en casi todo el planeta, con excepción de algunos lugares como Australia y la Antártida. Sin embargo, a pesar de ser 100 % prevenible a través de protocolos adecuados de vacunación y programas educativos, la rabia sigue siendo un problema en más de 150 países y regiones.

En esta nota, te contamos todo lo que necesitas saber sobre la rabia en perros, las causas principales, las formas de contagio, los síntomas, el diagnóstico y la prevención

¿Qué es la rabia en perros?

En pocas palabras, el síndrome de la rabia es una forma repentina, intensa e imprevisible de agresión canina. Otras formas de comportamiento agresivo de los perros suelen ser el resultado de algún tipo de desencadenante, como la agresión por miedo, la ansiedad o cuando están protegiendo su territorio.

Por el contrario, en este caso, la causa de esa agresión repentina es un virus de la familia Rhabdoviridae que afecta principalmente al sistema nervioso central. Este virus se extiende por todo el cuerpo y se acumula en grandes cantidades en las glándulas salivares del perro, que causan una producción excesiva de saliva, infectada con el virus.

El virus en la fase inicial se multiplica en las células musculares del mamífero. Más adelante, este agente patógeno afectará a las neuronas y los ganglios nerviosos . Por último el sistema nervioso central será el principal afectado de la acción viral, lo que provoca cambios en el comportamiento del peludo y en su salud bastante evidentes.

¿Cómo se contagia?

Contagio de la rabia en perros

Si bien la rabia en perro suele contagiarse por medio de la mordida de un animal infectado, también puede transmitirse por medio de la saliva, como por ejemplo cuando el animal lame una herida abierta, o bien si se producen arañazos en determinadas zonas, como en las mucosas.

Una cuestión fundamental es recordar que los humanos también pueden contagiarse de esta enfermedad si son mordidos por un animal infectado. Por eso, es tan importante conocer los síntomas y tomar medidas preventivas para garantizar la salud de todos.

Síntomas de la rabia en perros

Rabia en perros: una guía rápida

Por desgracia, la rabia es mortal en casi todos los casos una vez que han aparecido los síntomas clínicos, tanto para humanos como para animales.

En la mayoría de los animales y en especial en perros, los síntomas de la rabia más significativos son los siguientes:

  • Cambios drásticos e inexplicables de comportamiento
  • Parálisis progresiva.
  • Signos de agitación
  • Comportamiento agresivo
  • Letargia o parálisis.
  • Fiebre
  • Agresividad
  • Irritabilidad
  • Apatía
  • Vómitos
  • Salivación excesiva
  • Fotofobia (aversión a la luz)
  • Hidrofobia (aversión al agua)
  • Dificultad para tragar
  • Convulsiones

Síntomas de la rabia en perros según la etapa de desarrollo

Incubación: en esta etapa, el perro aún no presenta ningún síntoma de la enfermedad. Puede durar tanto una semana como meses.

Etapa pondrómica: esta etapa tiene una duración aproximada de 8 días. Aquí es donde se observarán los cambios en el comportamiento habitual del peludo. Una cuestión importante que requiere atención, es que por lo general se muerden y rascan en el lugar donde penetró el virus. En los últimos días de esta etapa, el peludo tendrá comportamientos extraños, en especial actitudes de aislamiento.

Etapa agresiva: aquí es cuando se empiezan a manifestar casi todos los síntomas. El perro se vuelve peligroso y agresivo, y puede atacar a cualquier cosa que se mueva. Los músculos de su cara entran en espasmo y tiran de los labios hacia atrás, lo que deja los dientes al descubierto. Esta etapa es una de las más peligrosas, donde hay que tener cuidado con las mordeduras.

Etapa de parálisis: en esta etapa los músculos de la garganta y la mandíbula se paralizan. Al no poder tragar saliva, babea y larga espuma por la boca. Según progresa la encefalitis, es decir, la irritación e hinchazón del cerebro, el perro pierde el control del movimiento y sufre un colapso, lo que lleva a una muerte por insuficiencia respiratoria en uno o dos días.

¿Cómo se diagnostica?

Antiguamente, el diagnóstico de la rabia en perros se realizaba mediante un análisis de los tejidos cerebrales que mostraban los agentes virales. Para ello era necesaria la eutanasia del perro. Sin embargo, hoy en día esto cambió drásticamente. Ante la sospecha de un caso de rabia, el veterinario puede proceder al aislamiento del animal e iniciar una serie de análisis serológicos que confirmen o no la presencia del virus.

¿Qué hacer si sospechas que tu peludo tiene rabia?

Rabia en perros: sospecha de contagio

En el caso de que exista sospecha de que tu peludo estuvo en contacto con un animal infectado, es necesaria la intervención inmediata para prevenir la enfermedad.

El primer paso es el tratamiento local de la herida: debe lavarse muy bien durante un mínimo de 15 minutos con agua y jabón o detergente. Luego, hay que aplicar un tratamiento para eliminar el virus, como el alcohol/etanol al 70 % o povidona yodada . Hay que esperar para suturar la herida el mayor tiempo posible.

Es fundamental acudir a un veterinario lo antes posible ya que ellos determinarán el tratamiento: ya sea si corresponde aplicar medidas profilácticas postexposición o un tratamiento médico preventivo para evitar el desarrollo de la rabia.

¿Cómo prevenir la rabia en perros?

Vacunas para prevenir la rabia en perros

Si bien la rabia en perros no tiene un tratamiento ni cura, sí puede prevenirse mediante medidas que evitan el contagio y la propagación.

La principal medida preventiva es la vacunación. Es responsabilidad de todo dueño de mascota vacunar al peludo en los plazos establecidos. La vacuna contra la rabia debe aplicarse a los 3 meses de vida. Luego, se aplica un refuerzo de forma anual para que el organismo del pludo se mantenga activo contra el virus.

Lo básico y fundamental es que nuestro can sea vacunado en los plazos establecidos. En el caso de la rabia, la vacuna se pondrá al perro cuando este supere los 3 meses de vida. A partir de ahí, la vacuna deberá recordarse en varias ocasiones y según lo que comente el veterinario.

A pesar de que la vacuna es súper efectiva, siempre que un peludo haya recibido una mordida de un animal infectado, hay que seguir los pasos indicados más arriba.

La vacuna antirrábica es obligatoria para todos los perros en casi todos los países del mundo. De hecho, para todos aquellos que quieran hacer viajes pet friendly al extranjero, para que los peludos puedan entrar al país, deben contar con el certificado de vacunación. Lo mismo sucede en muchos medios de transporte, sobre todo en los aviones. (En estos casos lo mejor es consultar al SENASA)

Para más información sobre enfermedades en perros, te recomendamos que visites nuestra sección «Tips«.

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