Vivir con un perro con discapacidad: la historia de Emilia

Vivir con un perro con discapacidad: la historia de Emilia

Todos los días, las protectoras abren sus puertas a una innumerable cantidad de peludos que, a causa de su situación de calle, son víctimas de accidentes, enfermedades y condiciones potencialmente mortales.

Así es como llegó Emilia a la protectora Proyecto 4 patas. Tenía tan solo 5 meses y había sido abandonada bajo la lluvia, en el zoonosis de Merlo. A raíz de un accidente en la vía pública, sufrió una fractura de columna que marcaría el resto de su vida.

La historia de Emilia, un perro con discpacidad

La realidad es que cuidar un perro es una labor que requiere tiempo, dedicación y paciencia, por lo que muchos prefieren evitar adoptar peludos con ciertas discapacidades y enfermedades. De hecho, este es uno de los principales problemas de las protectoras.

Pero ese no fue el caso de Rocío Constantino, quien se animó a dejar de lado los prejuicios y demostró que los peludos con discapacidades son la historia de superación más poderosa e increíble que existe.


Hoy, Rocío nos cuenta cómo es vivir con Emilia, los cuidados que requiere y nos da algunos consejos, pero sobre todo nos cuenta por qué es la mejor decisión que tomó en su vida.

Sobre Emilia


Emilia fue uno de los tantos alertas de perros atropellados que nos llegaban a la protectora Proyecto 4 patas. Fue el 7 de diciembre del 2012 el día de su rescate, de su nuevo nacimiento. Estaba tirada al lado de unos escombros, bajo la lluvia, en el Zoonosis de Merlo. Inmediatamente, la llevaron a una casa para poder secarla y hacerla entrar en calor, ya que había pasado varias horas bajo la lluvia.

Era una bebita de apenas unos 5 o 6 meses que ya había sufrido lo peor del abandono. A todo esto, yo estaba en la escuela estudiando. Tenía 16 años, pero unos días antes me había ofrecido a ser su hogar de tránsito, así que apenas me enteré de la situación fui a buscarla para traerla conmigo. Ahí fue donde nos vimos por primera vez y supe que iba a ser un amor para toda la vida.

Le hicieron placas donde se veía su columna fracturada a la mitad, producto de un golpe, se supone un accidente en la vía pública. Por recomendación del veterinario traumatólogo, la pequeña tuvo que hacer reposo por 1 mes.

Pasado el mes de reposo, entre más estudios, placas y mucho amor, comenzamos con sesiones de fisioterapia e hidroterapia, donde se buscó que ella no pierda la masa muscular y descontracturar su columna.

A los meses de haber comenzado con las sesiones, el fisioterapeuta nos dio el ok para poder hacer el carrito a Emi, lo que fue una de las mejores cosas que le pudo pasar: por fin después de tanto tiempo ella podía volver a correr.


¿Cómo es hoy Emilia?

Emilia es una perrita increíble, súper cariñosa, compañera, inteligente, aventurera y caprichosa. Es de esas amigas que te segundean en lo que sea, desde dormir todo el día, hasta subir cerros, cruzando ríos.

Vivir con un perro con discapacidad

Tiene varios hobbies, pero dormir y comer están primeros en su TOP 5. Es fana de las rampas, podría subir y bajar corriendo reiteradas veces sin cansarse. Y ni hablar de los truquitos por el premio, yo le daría un Oscar a mejor actriz y manipuladora. Le encanta pasear en espacios muy abiertos donde tiene lugar para correr e investigar, también descubrí que es un diez nadando en el río, pero que odia el agua para bañarse.

Emilia: ¿Cómo es la vida diaria de un perro con discapacidad?

Emilia, un perro con discapacidad


El carrito la ayudó muchísimo a su movilidad. Si bien ella sin carro se traslada sin problema, a la calle no podía salir, ni tampoco correr rápido. Una vez que comenzamos las pruebas del carrito, su calidad de vida mejoró muchísimo, ya que podía salir a caminar, explorar por el barrio y agarrar más velocidad para jugar con otros perritos o su pelota.

¿Qué actividades presentan dificultades?

Emi es una perrita muy independiente y mandada, no le tiene miedo a nada. Si hay escaleras las baja, aunque para subirlas sí hay que ayudarla. Otros lugares donde necesita ayuda, es para subir al colchón y a la cama, porque claramente es reina y dueña de todo en la casa.

¿Cómo son sus cuidados y qué adaptaciones fueron necesarias?

En la casa no fue necesario hacer ninguna adaptación, pero sí en la rutina ya que ella no podía quedar muchas horas solas debido a sus cuidados.

Uno de los cuidados que tiene hasta el día de hoy es “vaciarla”, como le digo yo, consiste en ayudarla a hacer sus necesidades. Debido a su accidente, ella no tiene control de su esfínter, es decir no siente la necesidad de orinar, hace por rebalse, cuando su vejiga se llena. Para que eso no suceda y no se ensucie, me tomo el trabajo de ayudarla.

Al principio, como ella era más cachorra, lo tenía que hacer bastante seguido, entre 6 y 4 veces por día. Al día de hoy, su metabolismo se acostumbró a que sea 3 veces por día, por la mañana apenas nos levantamos, antes del desayuno, luego a media tarde y a la noche antes de cenar. Algunas noches (si me acuesto más tarde de lo habitual), antes de irme a dormir, la vuelvo a vaciar.

Cuando fue momento de buscar un trabajo, tenía que ser uno donde no sean muchas o poder llevarla conmigo. Por suerte, fue mi musa inspiradora para ser emprendedora y trabajar por mi cuenta, con mis horarios y además trabajar con otros perritos.

Otra de las cosas que hay que tener en cuenta con ella, es el tema de sus escaras en la piel (ya sea por el roce del pañal o la fricción que generan sus patitas con el piso cuando ella se desplaza sin el carro, porque ni así se queda quieta) así que cuando va a salir al patio, me tomo el tiempito de hacerle unas venditas en sus patas para que no se lastime.

¿Qué cuidados veterinarios necesita?

Cuando vamos a la veterinaria (que por suerte es un lugar que visitamos poco, solo en sus momentos de chequeo), los controles que le hacemos son los de la sangre, para ver que sus riñones no tengan ninguna falla, ya que es una perrita bastante propensa a que sufra de algún problema renal. También hacemos un chequeo de su orina para controlar que no tenga infección urinaria, que es muy común en perritos con éste tipo de discapacidad. Ahora, lo que se agregó último, es también un control en su corazón, ya que hace un tiempito le encontraron un soplo, algo normal en perros de su edad.

¿Qué recomendaciones le das a todos aquellos que tengan o quieran cuidar a un perro con discapacidad?

Como recomendación a todo aquel que tenga un perrito discapacitado, primero es tratarlo como un perro normal. Ellos no se dan cuenta de su discapacidad y llevan una vida plena. Obviamente que tiene sus cuidados básicos, pero no por eso tiene que ser un perrito pendiente del humano todo el tiempo. Ellos también pueden valerse por sí solos y qué mejor que verlos siendo independientes.

Los demás cuidados varían mucho según las necesidades del perrito, pero no es nada complicado, solo hay que tener un poquito más de paciencia y amor.

Por ejemplo, a la hora de salir a pasear no tenemos que tomar ninguna precaución más que ponerle su carrito y que sea feliz. La única diferencia es que hay que ayudarla a subir el cordón de la vereda, si justo ahí no hay rampa, sino ella sabe perfectamente que por la rampita sube sin problema alguno.

Sobre sus ruedas: ¿Cómo fue la adaptación?

La adaptación a sus rueditas fue muy de a poco, ya que al principio se quedaba inmóvil y no caminaba por nada en el mundo. Primero era subirla, que esté un ratito ahí, mientras le dábamos pollito o algo rico, para que ella tome el carrito como algo positivo.
A los días empezó a moverse y a darse cuenta que el traslado con el carrito era mucho más fácil y cómodo. Una vez que le agarré la mano, ya no la pudimos parar. El carro en la vida de Emi fue un antes y un después: gracias al carro pudo recorrer muchos kilómetros, lugares y paisajes diferentes. Me imagino que volver a sentir el viento en la cara al correr con tal velocidad es una alegría y un placer inmenso.

¿Qué cuestiones hay que tener en cuenta cuando elegimos un carrito para perros discapacitados?

Lo que hay que tener en cuenta primero es saber la lesión del perro y qué tipo de carro es conveniente (hay carros de hasta 4 ruedas). Otra cosa importante es ver que tenga un buen apoyo y agarre para sus patas de atrás, ya que sino se arrastran por el suelo y, como en el caso de Emi que ella tiene movimientos reflejos, hay que cuidar que no se salgan sus patitas de la base.
También hay que tener en cuenta que sea liviano, ya que el perro hace la fuerza desde el pecho y sus patas delanteras. Luego y no menos importante, que le sea cómodo al perro. El carro no necesita mucho cuidado, más que un ajuste de tornillos cada tanto.

¿Cómo cambió tu vida Emilia?


Tener su compañía es una de las cosas más lindas. El amor que da y genera a su alrededor este pequeño ser es producto de todo el amor que sembramos en ella. Cuando estoy mal, siempre está ahí, ya sea para sacarme una sonrisa, haciendo algunas de sus Emiliadas o simplemente para demostrarme que nunca estoy sola.

Si pensás adoptar un perri con alguna discapacidad, te digo que lo hagas sin dudarlo tanto. Claramente hay que tener en cuenta que tienen otros cuidados, pero no se compara nada en el amor que ellos dan, mucho menos con verlos felices y la fuerza de voluntad que le ponen a la vida.

Si querés conocer más sobre Emilia y sus aventuras, te recomendamos que visites su cuenta de Instagram @emiliasobreruedas

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